domingo, 28 de abril de 2013

Falangismo en la España de Francisco Franco

FALANGE ESPAÑOLA


Creada en 1933, durante la II República, que proporcionó las bases ideológicas al régimen franquista. El fracaso del Estado corporativo del general y dictador Miguel Primo de Rivera (1923-1930) provocó el nacimiento de grupos totalitarios acordes con el tono político de la Europa de entreguerras (1918-1939).

Así, en marzo de 1931, Ramiro Ledesma Ramos publicó en Madrid La Conquista del Estado, en torno al que se formaría el grupo 'Garra hispánica', y en agosto Onésimo Redondo fundaba las Juntas Castellanas de Actuación Hispánica y el periódico Libertad. Ambos grupos formarían en octubre las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista (JONS) con ideología clara: nacionalismo hispanista, antimarxismo, totalitarismo, antiliberalismo, organización paramilitar, un cierto antisemitismo y participación política corporativa a través de un sindicato estructurado por ramas de producción.

Nacían también otros grupos fascistas: el de César Albiñana; el tradicionalista, impulsado por Conde dentro del carlismo; el monárquico de Renovación Española, y el Bloque Nacional de José Calvo Sotelo. El 29 de octubre de 1933 José Antonio Primo de Rivera, el hijo del dictador, presentó en el Teatro de la Comedia de Madrid otro movimiento más, el falangista. En el acto le acompañaba Ruiz de Alda, que participaría en el primer vuelo que cruzó el Atlántico Sur (a bordo del Plus Ultra), y García Valdecasas, un diputado fundador de otro grupo: el Frente Español.

Su apellido y su elección como diputado por Cádiz en noviembre de ese año, atrajeron en torno de José Antonio a un nuevo grupo que, pocos días después, tomó el nombre de Falange Española (FE), hizo público su himno (Cara al Sol) y su uniforme (la camisa azul mahón). El 4 de marzo de 1934, en el teatro Calderón de Valladolid, se fusionaba con el grupo de Ledesma y Redondo (las JONS). Su nuevo nombre será el de Falange Española de las JONS, tomando de éstas su escudo (el yugo y las flechas de los Reyes Católicos) y su bandera (tres franjas verticales negra-roja-negra, colores asimismo del anarquismo). Los tres líderes iban a dirigir conjuntamente el nuevo partido, que tenía unos 3.000 afiliados, un insignificante sindicato (Central Obrera Nacional-Sindicalista, CONS), una activa agrupación estudiantil (Sindicato Español Universitario, SEU), y unas 'fuerzas de choque' dirigidas por el aviador Ansaldo, que actuarían en enfrentamientos políticos callejeros y violentos. Ayudas económicas, de Renovación Española o del financiero Juan March, apoyaron sus acciones.

La Revolución de Octubre en Asturias y la proclamación del 'Estado catalán' (ambos hechos ocurridos en octubre de 1934), provocaron una fuerte reacción nacionalista. Algunos grupos, y entre ellos la Falange, cuya Junta Política se creó en ese mismo mes anunciaron ya su participación en la Guerra Civil que intuían muy cercana. En esta reunión, la Junta eligió como jefe único a José Antonio Primo de Rivera y elaboró sus 27 puntos programáticos, en su mayor parte provenientes del ideario nacionalsindicalista defendido por las antiguas JONS. No obstante, Ramiro Ledesma, que aspiraba a la jefatura, dejó el partido a principios de 1935.

En las elecciones de febrero de 1936 la Falange no obtuvo ningún escaño. El nuevo gobierno del Frente Popular la declaró ilegal y sus principales líderes, entre ellos el propio José Antonio, fueron encarcelados. Desde la cárcel, Primo de Rivera ordenó a sus seguidores la participación en el 'alzamiento' que trajo consigo el estallido de la Guerra Civil (1936-1939). El 16 de julio fueron detenidos muchos falangistas que circulaban de noche por las calles de Madrid. El 17 estalló la rebelión y el 18 los falangistas se pusieron a disposición de los sublevados: en Sevilla, en Granada, en Galicia o en Madrid. Los falangistas de Toledo se encerraron en el Alcázar, los de Burgos y Valladolid bajaron con los soldados hasta la sierra madrileña. El 20 de julio era Ansaldo el que pilotaba el avión que traía a España a José Sanjurjo, que había sido designado el 17 de julio para encabezar la sublevación militar, y que se estrellaba poco después de su despegue.

La situación de los falangistas era, sin embargo, muy débil. Sus principales líderes estaban encarcelados o eran fusilados en la zona republicana. En la zona sublevada, Onésimo Redondo moría en un oscuro episodio. No pocos pensaban que en realidad estaban apoyando el regreso a la monarquía o a una dictadura militar. Pero Francisco Franco intuyó que la Falange podía suministrar la base ideológica a su rebelión. Y el 19 de enero de 1937, en un discurso que le preparó su cuñado Ramón Serrano Súñer se manifestó como un nacionalsindicalista. Mientras tanto, Manuel Hedilla había sido elegido sucesor de José Antonio. Pero Franco decidió la integración de todos los grupos políticos (sobre todo falangistas y carlistas) en un solo 'Movimiento'.

Todo se precipitó cuando unos falangistas asaltaron la sede del partido en Salamanca para exigir la dimisión de Hedilla, resultado de lo cual hubo dos muertos. En consecuencia, el 19 de abril, se publicó el decreto integrador, creándose Falange Española Tradicionalista y de las JONS, de la que Franco se constituiría en jefe único. Hedilla se oponía, pero fue condenado a muerte y encarcelado largos años.

Algunos, como José Antonio Girón o la propia hermana de José Antonio, Pilar, aceptaron la nueva situación. A su cargo quedaron una organización femenina (la Sección Femenina), otra juvenil masculina (el Frente de Juventudes), el SEU, los servicios sociales (Auxilio Social) y la estructura corporativa sindical. En estas instituciones, refugio de la parafernalia fascista, los militares no fueron más que pequeños burócratas. El propio nombre de Falange fue poco a poco sustituido en la década de 1940 por el de Movimiento Nacional, y el régimen acabó por convertirse en lo que se conoció como nacionalcatolicismo.

Ya durante la transición española a la democracia, tras la muerte de Franco, se legalizaron los grupos escindidos del falangismo español: FE de las JONS auténtica y FE independiente, ambos sin importancia política alguna en la organización del nuevo Estado democrático.

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