domingo, 28 de abril de 2013

Fascismo en la Italia de Mussolini

Fascismo en la Italia de Mussolini

La formación del Estado fascista en Italia arrancó en 1922. Dos décadas más tarde, concluyendo la II Guerra Mundial, llegaría su fin, cuando el último reducto de Mussolini, la República de Saló (República Social Italiana), sustentada por los alemanes, fue derrotada por los aliados. El líder indiscutible del fascismo italiano fue Benito Mussolini,nacido en 1883 en el seno de una familia de origen humilde (su padre era herrero).Se formó como maestro de escuela y ejerció como tal durante cinco años, militó en el Partido Socialista Italiano desde 1900 hasta 1914, fecha en que fue expulsado de la organización por defender la entrada de Italia en la guerra, frente al neutralismo del partido. En 1915 fue militarizado y en 1917 gravemente herido en combate. La génesis del Estado fascista ha de vincularse con la crisis que azotó Italia al final de la I Guerra Mundial. Alineada en el conflicto con Francia, Gran Bretaña y Rusia (pese a su inicial pertenencia al bando opuesto) salió vencedoradel conflicto, pero lo hizo aquejada de serios problemas económicos, sociales y políticos que dieron lugar a una fuerte conflictividad y propiciaron eldescrédito del sistema parlamentario liberal.

Económicamente, el país concluyó la guerra debilitado, con un industria dañada, con el norte -el más desarrollado- muy afectado por los combates y con una todavía anticuada estructura rural en el resto. El paro y la inflación fueron en constante incremento. Socialmente, la crisis económica condujo a una notable agitación en los sectores más radicales de la clase obrera, partidarios de tesis revolucionarias del estilo de las desarrolladas por los bolcheviques en Rusia.Esta situación sembró la inquietud entre las clases medias y la gran burguesía, quienes a partir de entonces se sintieron atraídas por la accióncontrarrevolucionaria y violenta de los fascistas frente a la izquierda.

Políticamente, el nacionalismo italiano se sintió herido al interpretar que Italia había sido maltratada en las negociaciones llevadas a cabo por los vencedores en la Paz de París. Este sentimiento fue hábilmente explotado por Mussolini quien en todo momento hizo alarde de una política de exaltación patriótica.

Durante el desarrollo de esas negociaciones, y con la oposición de las potencias, numerosos excombatiente sultra nacionalistas se agruparon en torno a la figura del "poeta-soldado" D’Annunzio y ocuparon en 1919 la ciudad yugoslava de
Fiume (hoy Rijeka, en Croacia), creando en 1920 un pequeño estado de carácter totalitario que más tarde se vinculó a Italia en 1924.

En 1945, una vez derrotado el fascismo, Fiume volvió a ser reintegrada aYugoslavia.

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